
IA educativa: rapidez cuando toca, rigor cuando importa
Cómo decidir qué herramienta usar priorizando aprendizaje: dos escenas reales, tres preguntas clave y una “escalera” didáctica para darles forma.
IA EDUCATIVA
Jorge Veses Amorín
8/18/20254 min read
Prácticamente, cada semana aparece una herramienta que promete “salvarte la clase” en dos toques. Muy tentador, sí. Pero en mi aula, y seguro que en la tuya también, compi, el orden importa: primero el aprendizaje, luego la conveniencia. La rapidez me encanta cuando toca, pero el criterio pedagógico es el mapa; sin él, el atajo te deja a la deriva.
Yo me suelo mover entre dos escenarios que te serán muy reconocibles.
La primera escena es la del imprevisto. A ver si te suena esta breve historia: sustitución sobrevenida de última hora, grupo desconocido, cero materiales y nadie ha dejado tarea. Ahí no busco la lección perfecta; busco clima y continuidad. Me vale una “historia chispa” para leer juntos, una imagen que dispare conversación, una mini actividad que ponga a la clase en movimiento. Mis favoritas en este caso son las actividades de comprensión lectora audiovisual: buscamos un vídeo relacionado con lo que están viendo en YouTube, le paso el enlace a Gemini para que lo analice y me ayude a extraer preguntas mientras lo ven; después preparo en Wordwall un cuestionario que suele estar listo cuando el propio vídeo termina. ¿Profundísimo? No. ¿Funciona? Sí. Y a veces funcionar es el verbo más pedagógico del día.
Si en el imprevisto prima la continuidad, en mi planificación mando yo el cómo y el para qué. La segunda escena es la de mi planificación. Aquí quiero otra cosa: control fino y personalización. A lo largo del curso 2024‑2025 he sido tutor de primero de Primaria; conozco las miradas, los ritmos, los miedos y los chispazos de mis peques. Por eso quiero poder ajustar el nivel, el vocabulario, los apoyos visuales, la temporización, la evaluación… Quiero tres versiones del mismo material sin morir en menús. Quiero lectura fácil para quien la necesita y audio para quien aprende mejor escuchando, quiero poder usar pictogramas con quien los necesita.
Es por eso, que, si la herramienta no es versátil, si me limita y me obliga a adaptarme a ella, perdemos todos.
Por eso mismo, antes de elegir que herramienta voy a usar, me hago tres preguntas muy simples: primero, el para qué (qué tipo de comprensión, destreza o actitud quiero trabajar hoy); después, cómo lo vamos a trabajar (¿haremos lectura? ¿escritura? ¿un juego? ¿un poquito de todo?); y luego, cuánto control necesito para llegar ahí sin dejar a nadie atrás. En ese orden. Si el “para qué” no está, lo demás es ruido bonito.
Tenemos a nuestra disposición una cantidad casi ilimitada de herramientas digitales para preparar nuestras clases y actividades, es nuestro deber decidir cual es la más adecuada para cada situación. Cómo dice el dicho popular: “si solo tienes un martillo, todos los problemas se convierten en clavos”
Teniendo en cuenta estas consideraciones previas, me imagino el uso de la IA en Docencia como una pequeña escalera. El primer peldaño es la chispa: encender curiosidad con un microcuento, una imagen potente o un dilema. El segundo es el andamiaje: ejemplos graduados, pistas, explicaciones con lenguaje claro y apoyo visual. El tercero es la consolidación: llevar lo aprendido a un contexto nuevo, un reto corto, una mini simulación. Y arriba del todo, la evaluación formativa: evidencias breves que me dicen qué tocar en la siguiente sesión. La misma herramienta puede acompañar todo el tramo si me deja decidir, si no, usaré las que sean necesarias para garantizar un mínimo de calidad educativa.
¿Qué solo tenemos 45 minutos? Montamos una sesión mínima pero digna: una activación para enganchar, una actividad central guiada y un cierre donde el grupo diga qué ha entendido y qué le falta. ¿Qué tenemos la sesión entera? Mezclamos velocidad y control: dejamos que la IA nos proponga borradores y los curamos para nuestros grupos, con adaptaciones para quien sean necesarias. ¿Y después? Documentamos lo que funciona: nuestros prompts, rúbricas, plantillas… Volviendo a la sabiduría popular, ¿recordáis el dicho “Cada maestrillo tiene su librillo”? Pues ahora ese librillo debería tener una nueva sección dedicada al uso responsable de la IA. No se trata de desechar todo lo tradicional, sino de adaptarlo a nuestra nueva realidad.
También he aprendido a desconfiar del confeti digital. Las IAs alucinan a veces, cada vez menos, es cierto, pero cómo docentes, debemos ser rigurosos con los contenidos que presentamos a nuestro alumnado. Los productos generados automáticamente por las IAs suelen venir acompañados de sesgos o directamente errores; por eso debemos revisar el contenido y si optamos por esta opción, tratar el primer resultado como un borrador. Y ojo con la saturación: menos fuegos artificiales y más tareas con sentido, es muy fácil dejarse llevar por la espectacularidad, pero recordad que nuestro objetivo es la rigurosidad. Tened en cuenta que el debate ya no es si nuestro alumnado va a usar o no la Inteligencia Artificial, sino cómo va a hacerlo. Tenemos una oportunidad única de liderar con el ejemplo, no la desperdiciemos cayendo en el “juego” que queremos evitar. Y por supuesto, en el aspecto técnico, juego seguro: cuentas educativas, exportar local y cero datos personales del alumnado.
Al final todo cabe en una línea que repito mucho: la herramienta no define la clase; la intención pedagógica sí. Habrá días de improvisación y días de partitura afinada. La IA es una orquesta de posibilidades, pero la batuta la llevamos nosotras. Cuando conveniencia y valor se dan la mano, sucede la verdadera magia: esa mirada de “lo he entendido” y el orgullo de “lo he conseguido”. La Inteligencia Artificial no cambia eso, simplemente nos facilita un poco la tarea, si sabemos cómo.
A continuación, te dejo un vídeo de mi canal de YouTube donde pongo el foco en dos herramientas capaces de hacer el mismo producto: libros interactivos, aunque desde dos puntos de acción distintos y un GPT personalizado: "Lente Docente" que te ayudará a decidir, si tienes dudas, el mejor uso para esa herramienta IA que tanto te gusta.


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